viernes, 10 de febrero de 2012

#DUELODEAMOR. TERCER ROUND: JAVIER QUEVEDO VS JAVIER HERCE

Las miradas, los silencios, las sonrisas, las caricias, los miedos… todos esos mágicos componentes que consiguen unir a distintas personas y de diferentes mundos se encuentran en ENAMÓRATE. Sumérgete y déjate llevar en este recorrido romántico que te proponen reconocidos autores de la literatura gay y lésbica que quieren regalarte su particular relato de amor.
Nuestro tercer round de entrevistas enfrenta a los Javieres.




ENTREVISTA DE JAVIER QUEVEDO A JAVIER HERCE

¿Qué queda del Javier Herce de Desde aquí hasta tu ventana en el Javier Herce del relato "Un amor... para siempre"?
La verdad es que bien poco. Por aquel entonces era más inocente, y eso se nota en cómo escribía y cómo escribo ahora. Han pasado muchas cosas y he aprendido por el camino. Sigo siendo el mismo, pero no soy igual… El premio Odisea me ayudó mucho y marcó un antes y un después. Siempre tendré presente Desde aquí hasta tu ventana, pero hay una parte de la inocencia que en algún momento se ha perdido…

¿Qué novedad/novedades aporta el Javier Herce de "Un amor... para siempre" al Javier Herce de Desde aquí hasta tu ventana?
Un final inesperado para mí si lo hubiera escrito por aquel entonces (risas). Escribir este relato ha sido como un guiño a las tres novelas románticas que he escrito para Odisea Editorial, pero dándole un toque final que tiene mucho que ver con la forma en la que escribo ahora.
 
¿Por qué te atrajo participar en esta antología?
Porque me pareció una buena iniciativa y la forma en que me lo pidieron me gustó. Odisea Editorial siempre se ha portado bien conmigo y, si me pedían una cosa así, por supuesto que no me iba a negar. Después vino la parte benéfica que le dio mucho más interés al proyecto. Creo que de aquí va a salir algo bueno.

 “Puedo ser algo más que un moñas”

Una vez leído "Un amor... para siempre", y sobre todo cierto giro final que conviene no desvelar, tengo la sensación de que el título podría tener un cierto aroma irónico. ¿Crees que la visión del amor que refleja tu relato es un tanto desencantada?
No lo había visto yo desde ese punto… Más que nada quería hacer algo que pareciese que se trataba de una historia de amor, pero que terminase no siéndolo. Puede que ese final haya sido un poco un acto de rebeldía, como decir: “Puedo ser algo más que un moñas”. (Risas) Quiero seguir escribiendo novelas románticas, pero era como darles otra perspectiva a los lectores que han leído mis novelas de Odisea Editorial.

Hablando de dicho giro final (sin revelar demasiado), ¿no temes que ese cambio abrupto de género e incluso de intenciones desconcierte al lector? ¿O tal vez es un cambio más metafórico y menos literal de lo que podría sospecharse?
Es posible que desconcierte, sobre todo para el que lo lea esperando un final feliz, una historia de amor… Aunque bien pensado, para mí sí tiene un final feliz. ¿No te parece romántico tener una historia de amor así, para siempre?

¿Con qué personaje de tu relato te identificas más?
Voy a dar uno que no te vas a esperar. El del huésped de hotel que intenta seducir al protagonista. (Risas)

¿Crees que el amor heterosexual es más sencillo que el gay o las complicaciones son las mismas en ambos casos?
El amor es un sentimiento universal. Qué más da por quién lo sientas… Querer es simplemente querer. Las complicaciones las buscamos nosotros, no el género sexual.

Enamórate es un producto bastante insólito en un mercado que raramente apuesta de forma explícita por los regalos de San Valentín entre personas del mismo sexo. Sin embargo, ¿consideras que esta antología podría ser perfectamente un regalo ideal de San Valentín, con independencia de la condición sexual de a quien se le regale?
Para mí un libro siempre es un regalo perfecto, incluso en San Valentín. Si a eso le sumaos que es un libro de relatos románticos, el regalo se vuelve más redondo todavía.

ENTREVISTA DE JAVIER HERCE A JAVIER QUEVEDO

Tu relato, “La Propuesta” es casi una poesía. ¿Ha sido algo premeditado?

Este relato lo escribí hace muchos años, cuando estaba en la universidad haciendo un curso sobre morfología del relato. Allí aprendí que el relato es un género con muchas exigencias pues, dada su extensión, todo debería estar muy bien trabado. No conviene irse demasiado por las ramas. De esa premisa salió “La propuesta”. Busqué una pieza lo más escueta posible, donde nada faltara pero tampoco sobrara nada y las imágenes y metáforas ayudaran a entender el mensaje de la historia. Una historia que, en este caso, está no tanto en lo que se explica con pelos y señales como en lo que uno lee entre líneas. Más que una poesía, a mí me parece una instantánea, una especie de estampa.

Al terminar de leer “La Propuesta” uno tiende a quedarse con la sensación de que continuará. ¿Querías dejar este sentimiento en los lectores?
Todo lo contrario: mi intención era dar un relato lo más hermético posible. La anécdota que narro está basada en algo que me ocurrió con una antigua pareja y lo cuento tal y como lo viví. De hecho, el relato lo escribí para él. Nunca supe qué fue lo que escribió en la nota y la verdad es que tampoco puse mucho empeño en averiguarlo. Preferiría que el lector sacara sus conclusiones, pues creo que la historia está muy abierta a conjeturas. El desenlace puede ser el más romántico del mundo o el más desolador, según como uno interprete las pistas, las imágenes… y lo que se dice entre líneas, que ya digo que es incluso más importante que lo que se cuenta de forma explícita (de hecho, si te fijas, en ningún momento llego a especificar ni dar la menor pista sobre los sexos de los protagonistas del relato: pueden ser dos hombres, dos mujeres o un hombre y una mujer).

"La anécdota que narro está basada en algo que me ocurrió con una antigua pareja y lo cuento tal y como lo viví. De hecho, el relato lo escribí para él" 

¿Por qué has participado en Enamórate?
Kay Nández, con quien coincidí en la caseta de Odisea durante la feria del libro, me envió un email diciendo que se estaba barajando la idea de sacar una antología especial de San Valentín. Me propuso participar y, como he estado algo apartado de la narrativa puramente romántica, me pareció buena idea colaborar con algo. Así que le envié este relato que tenía por casa, pensando que podía encajar. Luego ya surgió lo de donar al proyecto VIHvo de la Fundación Triángulo lo recaudado, que fue un aliciente añadido.

Has estado nominado a los Premios Shangay por tu novela con personajes gays Todas Las Maldiciones Del Mundo y ahora lo estás a los premios ScifiWorld por tu último trabajo, la novela de terror Cuerpos Descosidos. Tengo dos preguntas a este respecto. La primera es: ¿Empiezas a acostumbrarte a estar nominado a premios literarios? La segunda pregunta: ¿Cómo ha sido ese cambio de registro de publicar novelas con personajes gays a publicar terror?
No creo que nadie se acostumbre a los premios y nominaciones. De todos modos, este asunto hay que tomárselo con bastantes reservas. Estar nominado a algo solo significa que hay un grupo de gente a quien le ha gustado lo bastante tu trabajo. No significa ni que eres el mejor ni que eres uno de los mejores. Por supuesto que es algo que enorgullece, pero hay que ser muy insensato para creerse “el rey del mambo” por eso. En cuanto a la segunda pregunta, lo cierto es que Cuerpos descosidos también tiene personajes gays (y bisexuales, lesbianas, heterosexuales…). Por eso creo que el cambio de registro ha estado más bien en haber pasado de unas novelas más melancólicas y “amables” a una novela mucho más oscura y sórdida. En cambio, en mi relato de terror “YGST”, también nominado a los SciFiWorld, sí se prescinde de los personajes gays, al convertir en protagonista a una mujer heterosexual (por no decir pansexual, pues cuento una historia de obsesión sexual bastante enfermiza y creo que hasta cierto punto inclasificable).

¿Qué esperas de Enamórate?
Ante todo, espero no decepcionar  a los lectores. Ni yo ni mis compañeros de antología. Espero que el lector considere Enamórate un producto interesante. Y ya de forma egoísta, espero que a quien le guste “La petición”, se interese por leer más cosas mías. Lo mismo espero que ocurra con mis compañeros de antología, claro: que les sirva un poco para hacerse eco. Desde un punto de vista más altruista, espero que llegue una buena ayuda al proyecto VIHvo de la Fundación Triángulo, aunque me temo que esto ya lo controlo menos.

¿Eres de los que celebran San Valentín?
 Hace años lo celebraba más, o al menos de forma más opulenta, pero ahora con esta crisis interminable procuro permitirme menos lujos. No solo en este tema, sino en todos.

¿Estamos pobres de propuestas benéficas como lo es Enamórate?

Yo creo que de lo que estamos pobres es de conciencia, en general. Es como si con la crisis económica ya lo único que importara es el dinero (que en realidad es importante, no digo yo que no, pero por desgracia no es la única área en la que tenemos problemas serios). Uno de nuestros compañeros, Javier Sedano, comentaba que muchos jóvenes hacen oídos sordos a los consejos de prevención del SIDA y lo cierto es que me parece muy grave. No entiendo cómo se da tan poca importancia en general a la educación sexual e incluso sentimental. Estamos en una sociedad donde te enseñan desde bien temprano a ser un animal ferozmente competitivo, pero sin embargo no te enseñan a algo tan básico como amar. Es muy lamentable.

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