Tan dulce,
tan amargo es una novela que explora,
a través de dos historias radicalmente opuestas, la cara más afable y la más
oscura del amor. En "Terrible deseo", un asesino inmerso en la
escritura de sus memorias nos desvela los oscuros motivos que le han llevado a perpetrar
sus crímenes e introduce al lector en una montaña rusa de horror y sensualidad,
mientras que en "Cerrado por inventario" –una comedia romántica que te hará reír y llorar
a partes iguales– un dibujante de comics underground hará todo lo posible para
recuperar al amor de su vida, al que abandonó diez años atrás. Dos historias
impecablemente articuladas en un singular juego de correspondencias, dos formas
de ver la pasión, el deseo y la devoción –a veces temeraria– que consume y esclaviza
a sus protagonistas.
¿Te
gusta el dulce... o prefieres lo amargo?
«El
cuento continuaba con el hermano mayor pidiéndole al pequeño sus ojos. Siempre
los había deseado, claros como el agua del mar donde solíamos pasar los
veranos. Y a la mañana siguiente, había obtenido su deseo. Ojos de aguamarina
frente a un ángel ciego. Los padres pensaron que el pequeño había caído en
desgracia, que una enfermedad degenerativa estaba destruyéndolo. Nadie se dio
cuenta de la belleza que había adquirido paulatinamente el mayor. ¿Dejarías que
me quedara ciego?, me preguntaba él mientras metía sus menudas manos bajo el
pantalón de mi pijama. Nunca te haré daño, le respondía yo»
Roberto
Carrasco (Algeciras, 1978) supo que quería ser escritor desde el momento
en el que leyó Jim Botón y Lucas el
maquinista. Siempre ha cultivado su pasión por el terror, la ciencia ficción,
la fantasía y el erotismo. Tan dulce, tan
amargo es su primera novela, y en ella mezcla con maestría lo dulce de la
comedia romántica con lo amargo del horror moderno.
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