II PARTE
Las protagonistas de tus novelas son todas 'estupendas', ¿realmente crees que todas las lesbianas somos tan estupendas?
Hace un tiempo se intentó popularizar el término 'estupenda' como sinónimo de lesbiana. La verdad es que no cuajó mucho pero me gustó porque es un adjetivo positivo, algo que necesitamos mucho para visibilizar y dar la cara sin miedo. Además, una mujer puede ser estupenda sin necesidad de ajustarse ni al canon de belleza imperante ni al de personalidad. Una mujer es estupenda por sus virtudes y por sus defectos, por el conjunto que conforma todo y esa es la connotación que quiero darle a la palabra. En cuanto a las protagonistas de mis novelas, intencionadamente trato de dar muy pocas descripciones físicas amén de que en muchas ocasiones se comportan de un modo reprobable. Otra cosa es que esas protagonistas, entre ellas, puedan opinar que tal o cual es guapa o está muy buena o que es una tía perfecta. Es una opinión totalmente subjetiva ya que a cada una nos puede gustar una cosa muy distinta y la misma chica que otras consideran 'cañón' a mí no decirme ni lo más mínimo y viceversa. Por tanto, si la percepción del público es que los personajes de mis novelas son mujeres atractivas y perfectas quizá sea porque lo quieren ver así, porque estamos muy acostumbradas a que en una historia, sea de novela, de cine o de series, los y las protagonistas tienen que ser siempre muy atractivos.
Tu personal estilo y el tratamiento que das a los personajes provocan que nos identifiquemos con ellos para compartir sus risas y sus llantos, signo de que eres una gran narradora. Debes ser también muy buena observadora...
La observación es algo fundamental a la hora de escribir. Aún más si escribes acerca de personajes y las relaciones entre ellos. A mí me encanta observar, tanto a desconocidos como a la gente más cercana a mí. Se aprende mucho de las personas sólo viendo cómo se comportan, cómo se mueven, cómo reaccionan. Volviendo al tema de las series, la gente flipa mucho con House o El mentalista porque son personajes que observan, tienen psicología y saben mucho de los demás sólo con mirarles. Pero no es algo exclusivo de personajes de ficción o gente muy inteligente: es simple curiosidad e interés por el género humano, por sus contradicciones, sus atropellos, sus motivaciones... Me fascina mirar a alguien y tratar de imaginarme cómo es su vida o cuáles son sus sueños o sus miedos. También es importante escuchar y ver más allá de las palabras o del tema de conversación. Si a eso le unes una memoria de elefante como la mía, capaz de recordar hasta el más nimio detalle, llegas a un punto que podrías hacer perfiles psicológicos de la gente a la que observas. Y eso ayuda mucho a la hora de inspirarte para crear personajes.
"Me fascina mirar a alguien y tratar de imaginarme cómo es su vida o cuáles son sus sueños o sus miedos"
¿Eres consciente de que provocas sentimientos encontrados entre tus lectoras? Unas te adoran y otras en cambio...
Soy muy consciente de ello, créeme. Más de las segundas que de las primeras. Ocurre que todavía no acabo de acostumbrarme a que haya tanta gente que me lea y disfrute con lo que escribo. Cuando me reconocen o me piden que les dedique un libro me siento sorprendida y perpleja. Y también me sale la vena tímida. Es agradable, de todas formas.
Sobre las segundas... Evidentemente no puedes gustar a todo el mundo. Es más, es contraproducente. Si hubiera un consenso general sería indicativo de que hay algo que no estoy haciendo bien. De todas formas hay también un cierto tipo de detractora que notas que lo convierte en algo personal, bien porque no tiene nada mejor que hacer, bien porque me conoce o me ha conocido en algún momento del pasado y hay algún tipo de pique que yo, personalmente, sigo sin comprender. Es molesto, sobre todo porque ninguna argumenta sus críticas con motivos sólidos y yo cuando critico algo suelo informarme y exponer mis razones. Pero luego es hasta divertido escuchar las pataletas.
¿Qué te parece esta segunda edición de Llévame a casa?
No es nuevo que me reediten. 'A por todas' va por la tercera edición y 'Mujeres estupendas' por la segunda. Pero 'Llévame a casa' sigue siendo especial porque fue la primera y eso es como el primer amor. Además, el nuevo diseño de la colección le ha sentado muy bien.
'Llévame a casa' sigue siendo especial porque fue la primera y eso es como el primer amor.
Recientemente también se ha editado 'Mujeres estupendas' en formato eBook, ¿qué opinión te merecen los nuevos libros digitales? ¿Crees que se impondrán al formato de papel? ¿Eres lectora habitual de eBooks o has leído alguna novela en este formato?
Me encantan todo tipo de gadgets tecnológicos y suelo ser feliz dándole a la tecla o tocando una pantalla pero el eBook no me acaba de convencer. Veo su utilidad para determinadas cosas y sé que con el tiempo se convertirá en algo más que una alternativa pero difícilmente podrá estar a la altura de la magia del libro y sus ritos. Yo necesito tocar los libros, pasar las páginas, leer las contras, las solapas... incluso olerlos antes de comprarlos. Y me gusta colocarlos en las estanterías y acumularlos. El libro es un fetiche y no creo (y espero que no) que desaparezca. Posiblemente convivan ambos formatos durante mucho tiempo. El eBook sólo lo utilizaría para artículos, manuales, libros descatalogados, prensa... Pero para leer nada como pasar la página con la mano.
Has sido jurado en varias ediciones de los Premios Odisea y muchas de tus lectoras te piden opinión respecto a sus manuscritos, ¿cómo valoras o qué opinión te merece el mercado editorial actual?
Me resulta curioso que haya personas que crean que por el mero hecho de haber publicado mi opinión merece más atención que la de cualquier otra persona. Hay gente que sabe muchísimo más que yo de literatura sin necesidad de haber publicado y seguramente su opinión fuese mucho más certera que la mía. Quizá sea que la gente cree que si gustas a un autor publicado es que eres bueno. Independientemente de eso, y ahora toca ponerme un poco más crítica, escribir siempre ha sido la forma creativa más barata: sólo necesitas boli y papel o un ordenador con procesador de textos. ¿Y quién no tiene un ordenador hoy en día? Además, escribir en el ordenador hace que quede bonito, sin tachones. Hasta lo puedes maquetar. Y a todo el mundo, más o menos, le gusta escribir o sentirse escritor por un momento. Así que todo el mundo cree serlo y que basta con poner una palabra detrás de otra en ese procesador de textos para 'fabricar' una novela. Por tanto, se escribe mucho y se publica mucho pero se sigue leyendo poco. O se leen mucho unos pocos libros, que últimamente el público no sale de Dan Brown, la saga Millenium y los vampiros adolescentes. No estoy en contra de los best-sellers, tienen su público y a veces hasta son entretenidos. Pero es como comer todos los días en McDonald’s, calma el hambre pero no alimenta. Y eso que yo tampoco es que lea exquisiteces pero sí que me gusta moverme en los márgenes de lo más vendido y lo políticamente correcto.
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