jueves, 17 de septiembre de 2009

He comenzado la escritura de una historia que recupera la estela de 'El viaje de Marcos' y 'Esclavos del destino'

EL VIAJE DE MARCOS - Los lectores preguntan, Óscar responde
I PARTE


‘El viaje de Marcos’ se ha convertido en todo un clásico de la narrativa gay en español. Pocas veces un libro ha despertado tantos sentimientos y emociones como ‘El viaje de Marcos’, aprovechando el lanzamiento de la V edición especial aniversario, hemos recopilado todas vuestras preguntas para que Óscar Hernández resuelva vuestras dudas.
Ante el aluvión de preguntas hemos decidido publicar la entrevista en dos partes. Mañana publicaremos la II parte

¿Por qué elegiste Castilla La Mancha como escenario de tu aventura entre Marcos Y Álex?
Tal y como explico al principio de la novela, el origen de la historia de Marcos y Álex se encuentra en un sueño, en un tremendo y evocador sueño. En aquel sueño, aparecía un molino de manera casi totémica; así que al despertar tuve claro que el escenario no podía ser otro que las tierras manchegas.


¿Te llegaste a plantear algún final alternativo?
Sí, el final fue lo más complicado de escribir. Por un lado quería escribir la conclusión que finalmente todos habéis podido disfrutar, pero por otro, la tentación de un final alternativo, llamémosle final feliz, revoloteaba a mi alrededor. Tras muchas reflexiones (no olvidéis que la escritura del libro tuvo una pausa de varios meses entre el otoño de 1995 y el verano de 1996, durante los cuales estuve dándole vueltas a muchos aspectos, entre ellos al final), decidí que un reencuentro de Álex y Marcos rompería la inercia que se había creado con la huida de Marcos, cuando reniega de Álex y deja a éste llorando en el andén.

Me pasé dos o tres noches llorando por este libro, ¿te emocionaste mientras lo escribías?
Ha pasado mucho tiempo desde que escribí el libro, aunque se publicó a finales de 2002, llevaba finalizado como he comentado, desde el verano de 1996. Recuerdo que más que emocionarme mientras lo escribía, sentía una especie de angustia que tenía que salir por algún sitio. Sentía dentro de mí una especie de torbellino de sentimientos que sumado a las experiencias personales que viví en aquellos años, me mantuvieron en una especie de estado de ansiedad emocional que acabó plasmado en aquel manuscrito.

"Recuerdo que más que emocionarme mientras lo escribía, sentía una especie de angustia que tenía que salir por algún sitio".


Es uno de los mejores libros que he leído, soy heterosexual pero me emocionó la historia de Marcos y Álex, ¿lo escribiste pensando en el público gay?
No, en absoluto. De hecho no pensaba que nadie lo leyera nunca. El destino de aquellos folios escritos a mano era la hoguera. Sin embargo, en el último momento decidí guardarlos en una carpeta, en lo más profundo de un cajón. Sólo años después, cuando me sentí lo suficientemente fuerte para dejarlo leer, lo recuperé y lo pasé a ordenador. Escribí la novela porque era una necesidad casi fisiológica. Era puro sentimiento lo que me movía. Creo que esta es la razón por la cual el libro llega a todo tipo de público, independientemente de la sexualidad, del género o de la edad. El amor es amor, y eso lo entiende todo el mundo. De hecho, he recibido e-mails desde varios países de Latinoamérica y desde otros países de Europa, de chicos y de chicas, de heteros y de homos, de gente muy joven y de gente mayor, y el contenido de esos mails, en cuanto a sentimientos, es parecido en todos los lectores.

"Escribí la novela porque era una necesidad casi fisiológica".


¿Tienes pensado preparar una segunda parte de ‘El viaje de Marcos’?
Muchos lectores, en los mails que he ido recibiendo a lo largo de estos años, me han preguntado sobre una posible continuidad de la historia. Y la verdad es que siento decir que no tengo intención de retomar las vidas de Marcos y los demás personajes. Lo mismo me ocurrió con 'Esclavos del destino', que según algunos lectores, dejaba la puerta abierta a una continuación. Sin embargo, entiendo la literatura de una forma similar a la fotografía. En las páginas capto un instante, que puede tener un arco temporal más o menos largo, pero tras el punto y final, como en una imagen, es la imaginación de lector la que debe rellenar los huecos. Digamos que pretendo fijarme en un periodo limitado de las vidas de los personajes, sin explicar que pasó antes (salvo que sea preciso para entender la historia) o cómo seguirán sus vidas.



¿Para cuándo otro genial libro, porque ‘Esclavos del destino’ también me pareció muy bueno?
Gracias por el calificativo de genial. Repito lo que ya dije en su día, 'El viaje de Marcos' fue un vehículo de sentimientos, y si he logrado transmitirlos, me doy por satisfecho. También en 'Esclavos del destino' quise transmitir un amor, en ese caso obsesivo, que iba más allá de lo tangible. En cuanto a otra novela, pienso que no hay que forzar las cosas, una historia debe surgir cuando ella quiera, por eso este largo silencio. En cualquier caso, no he dejado de escribir en estos años, de hecho he escrito dos libros, solo que necesitaba explorar otros géneros literarios, diferentes de lo que había publicado en Odisea. Lo que sí puedo decir es que he comenzado la escritura de una historia que recupera la estela de 'El viaje de Marcos' y 'Esclavos del destino'.

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